En un amanecer de febrero de 1964, Suger saca agua de un pozo. Súbitamente, jadeando, llega cabalgando Dugur, joven pastor de la brigada “Ímpetu”, diciendo: “tío Suger, en nuestra brigada hay una oveja que tiene dificultades para parir y el veterinario no está presente. Por favor, ayúdenos”… Suger acepta inmediatamente.