Peñas con nombre
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Peña de la Casa de la Mora

     

Hay una peña cercana a la ermita del Cristo de San Esteban que la llaman los lugareños (la llamamos), ”Casa de la Mora”. No se sabe a ciencia cierta la causa de esa denominación. En el día de hoy, sobre la peña, se encuentran restos de arcillas cocidas que, probablemente, sean los restos de una casa en la que vivió alguna mora o morisca. Debajo de esos cimientos, ya por tierra, se encuentra la peña.



Tiene dos entradas: la una por la parte superior desde donde se divisa el gran lago artificial formado por el Embalse del Esla y que ocupa lo que en algún momento fue la vega de Muelas del Pan y Ricobayo de Alba.

Más allá, donde lame las lomas o montes del El Casal y Cueto de Vívoras y yacen bajo las aguas los Molinos de Al Paschak, posteriormente llamados Molinos de los Pachacos. La vista nos llega hasta las estribaciones del monte a cuyo regazo se asentaba el anegado pueblo de San Pedro de la Nave. Si giramos la vista hacia occidente se observan los restos de las viñas y almendrales de Ricobayo de Alba. Si miramos hacia el sur veremos la gran muralla de la presa y los peñascales del Cañón del Esla.

Por la entrada inferior, que está adornada por un árbol raro cuyo nombre desconozco, se observa, ya de más cerca, el Mirador del Puente y el propio Cañón del Cristo. Metros más arriba quedó oculto el Puente de Ricobayo y la tarde de sangre de toda una familia asesinada en los tiempos en que se iba a embalsar y cuyo motivo no fue otro que robar el importe de una josa que se pagó por quedar sepultada bajo las aguas.

En efecto, la Casa de la Mora ha sido testigo de ver morir todo cuanto quedó bajo las aguas. El Puente, La vega, la masacre del Crimen de Ricobayo… cuántas otras cosas habrá visto y no se nos han dicho.

Pero la Casa de la Mora no es conocida por todo eso, sino por una leyenda que habla de tres pendonillas de oro ocultas en algún lugar que está situado entre el puente referido oculto bajo las aguas, entre una fuente que llaman Pilo del Moro y el Camino real que conducía a la vega.

Tenemos que decir que la Casa de la Mora era la zona donde los vigías del Castro de San Esteban, castro tardorromano, vigilaban la posible invasión por el río contra los moradores del castro.

Como peña, tiene también su encanto, aunque está oculto en su estómago. En efecto, se puede entrar en ella, tanto por la parte superior como por la parte inferior y descender metros y metros hasta encontrar las aguas del río. Hay momentos en que el aire se hace irrespirable. Si se lleva una vela ésta se apaga, no sabemos si por la falta de oxígeno o por las corrientes de aire que se forman.

Hacia la mitad del descenso hay una abertura hacia la derecha en la que se ve un resplandor. Las gentes entendidas dicen que se trata de un nido de luciérnagas que se da en ciertas épocas del año. Otros piensan que es el resplandor de las tres pendonillas. Todos cuantos intentaron acceder a la cámara del resplandor se ahogaban y tuvieron que desistir. No sabemos que nadie haya muerto por tal causa, pero desconocemos que alguien haya entrado.

Una cosa sí hemos constatado, que la caverna se va estrechando cada vez más, probablemente por causa de los movimientos sísmicos que se producen con periodicidad en la zona. No aconsejamos a nadie que intente entrar y, menos, a buscar las tres pendonillas. ¡Con ver las entradas basta! ¡Imagínense el resto!


- PEÑA DE LA CASA DE LA MORA -

Vigía silenciosa de La Vega,
Oculta por las aguas del Astur,
Permanente testigo del que fuera
Camino de conquistas hacia el sur.

Casa de la Mora, peña
¿Qué te guardas y no enseñas
Eso que en tu interior brilla
Cual si fueran pendonillas?

Castro romano sobre el rompiente
Do blanca ermita duerme silente.
Entre las peñas verdes escobas,
Grandes encinas sobre las lomas.

En la ermita de Muelas
hay una estela,
Era una forma romana
De hacer esquelas.

Entre la fuente y la puente
Y el caminito real
Hay tres pendonillas de oro
P´al que las quiera sacar.

Mucha gente de la avara
Por buscar allí quedara.
Por eso está Parahueso
Lleno de huesos.


Luis Pelayo Fernández




Para saber más de Muelas del Pan y su entorno recomiendo visitar http://tierradelpan.com, el portal de la Tierra del Pan
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